martes, 3 de mayo de 2011

Sevilla (Plaza de España).


La Plaza de España de Sevilla constituye un conjunto arquitectónico encuadrado en el Parque de Maria Luisa, configura uno de los espacios más espectaculares de la arquitectura regionalista.

La Plaza de España constituyó el proyecto más emblemático de la Exposición Iberoamericana del año 1929, fue proyectada por el arquitecto sevillano Anibal González, que también era arquitecto director del evento expositivo, fue ayudado por un buen conjunto de colaboradores, entre los que se encontraban el ingeniero José Luis de Casso y el arquitecto Aurelio Gómez Millán.

Las obras de construcción comenzaron en el año 1914, resultando el proyecto más ambicioso y costoso de la Exposición, llegando a trabajar en su construcción mil hombres al mismo tiempo, puede resultar asombroso, cómo una ciudad en situación económica difícil en esos años, se embarcó en un proyecto de semejante magnitud. Algunos aspectos del proyecto suscitaron algunos rechazos, la Academia de Bellas Artes se opuso a la altura prevista de las dos torres que podían rivalizar con la Giralda y Forestier, diseñador del Parque de Maria Luisa rechazaba la construcción de la ría que rodea la plaza, para una ciudad con gran escasez de agua como Sevilla.

En 1926, tras la dimisión de Aníbal González de su cargo de director de la Exposición, asume la finalización del proyecto el arquitecto Vicente Traver, que terminó los cerramientos del recinto y añadió la fuente del centro de la Plaza.

La plaza es de grandes dimensiones (200 metros de diámetro), tiene una forma semielíptica, que simboliza el abrazo de España y sus antiguas colonias y mira hacia el río Guadalquivier como camino a seguir hacia America. Su superficie total es de 50.000 metros cuadrados, de los que 19.000 están edificados y los 31.000 restantes son espacio libre, está bordeada por un canal que recorre 515 metros y es atravesado por cuatro puentes. Los edificios que envuelven la plaza se estructuran en un edificio central, alas con edificaciones intermedias que compensan una excesiva longitud y torres en los extremos. Esta planta responde de forma muy cercana al esquema formal del tipo de villa palladiana con alas curvas, como la Villa Badoer de Fratta Polesine o Villa Trissino en Meledo, mostradas por el arquitecto italiano Andrea Palladio en sus Cuatro libros de la arquitectura, que Aníbal González conocía.

 La construcción está realizada con ladrillo visto y amplia decoración de ceramica, artesonados, hierro forjado y repujado y mármol labrado, que dan al conjunto un ambiente renacentista, según los escritos de Aníbal González su inspiración para diseñar la plaza había sido el Renacimiento español, modernizándolo. Las dos torres que flanquean la plaza que proporcionan un ambiente de estilo barroco miden 74 metros de altura, y crearon disgusto entre los académicos por rivalizar en altura con la Giralda.

La fuente central, obra de Vicente Traver, ha sido muy cuestionada porque rompe la rotundidad de vacío de la plaza. El canal que contiene es cruzado por 4 puentes que representan los 4 antiguos reinos de España. En las paredes de la plaza se encuentra una serie bancos que delimitan el espacio de las cuarenta y ocho provincias españolascolocadas en orden alfabético, en los que se representan para cada una de las provincias, su escudo, el mapa y algunos hechos históricos destacados de la misma.

Otros detalles a destacar de la obra son sus múltiples relieves realizados todos por el escultor Pedro Navia.

En un principio tras finalizar la exposición su destino era formar parte de la Universidad de Sevilla, esa es la razón de las hornacinas existentes en cada una de las provincias. Sin embargo tras haber sido utilizada durante la Exposición, pasó a ser sede del gobierno militar, sirviendo sus estancias como ubicación de la Capitanía General, albergando años después además la delegación del Gobierno central en Andalucia y al mismo tiempo el Museo Militar de Sevilla. Hoy en día alberga a la subdelegación de gobierno.

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